jueves, 13 de agosto de 2009

La Ley de Murphy es una forma cómica y mayormente ficticia de explicar los infortunios en todo tipo de ámbitos que, a grandes rasgos, se basa en el adagio:
"Si algo puede salir mal, saldrá mal"
Y se puede utilizar en todo tipo de situaciones, desde las de la vida cotidiana hasta aquellas más importantes. También se llega a conocer como La Ley de Finagle sobre la Negatividad Dinámica, suele enunciarse como:


Algo que pueda ir mal, irá mal en el peor momento posible.
La perversidad del Universo

tiende hacia el máximo

Básicamente la Ley de Murphy se puede resumir en los siguientes enunciados:
1. Si algo puede salir mal, saldrá mal.
2. Todo lleva más tiempo del que usted piensa.
3. Si existe la posibilidad de que varias cosas vayan mal, la que cause más perjuicios será la única que vaya mal.
4. Si usted intuye que hay cuatro posibilidades de que una gestión vaya mal y las evita, al momento aparecerá espontáneamente una quinta posibilidad.
5. Cuando las cosas se dejan a su aire, suelen ir de mal en peor.
6. En cuanto se ponga a hacer algo, se dará cuenta de que hay otra cosa que debería haber hecho antes.
7. Cualquier solución entraña nuevos problemas.
8. Es inútil hacer algo a prueba de tontos, porque los tontos son muy ingeniosos.
9. La naturaleza siempre está de parte de la imperfección oculta.
10. La madre naturaleza es una malvada.
11. Es imposible enseñar algo a alguien que cree saberlo.
12. Cuando se intente demostrar que algo no funciona, funcionará. (Esta ley es aplicable en viceversa)
13. No puedes ganar más de 3 veces seguidas. (a menos que trates de demostrarlo)
14. Si te despiertas de buen humor, siempre habrá algo que vuelva malo el día.
15. Cuando buscas algo, encontrarás todo lo perdido, menos lo buscado.
16. Cuando pares de buscar algo, lo encontrarás.
17. Si un artefacto no anda, apágalo y enciéndelo el día siguiente, volverá a funcionar como debe.
18. En la cocina, todos los objetos que caen, van a parar abajo de la alacena.
19. Cualquier objeto pequeño que caiga sobre un piso que tenga una rejilla, por más lejos que esté o más pequeña que sea, siempre va a parar a la rejilla.
20. En el patio siempre hay una silla rota.
21. Todo lo que parece que puede ser beneficioso resulta una ruina.
22. Si explicas algo de modo que lo puedan entender los alumnos, el profesor no lo entenderá.
23. Si se te pierde algo en la calle, por mucho que busques no lo encontrarás.
24. Cada reparación crea nuevas averías.
25. Si tienes papel, no tendrás bolígrafo, si tienes bolígrafo, no tendrás papel; y si tienes papel y bolígrafo, no necesitarás escribir nada.
26. Si tienes algo importante que decirle a una persona, no la encontrarás; si la encuentras, olvidarás lo que tienes que decirle; si lo recuerdas, la persona ya se habrá ido
27. Si está pendiente de que no se derrame la leche al hervirla, lo más seguro es que en el preciso momento en que se distraiga un segundo se derrama.
28. Cuando tienes una pertenencia que no se usa o no se necesita, y a futuro te deshaces de ella, la vas a necesitar urgentemente.
29. Si en una prueba de Matemáticas entre 10.000 temas hay uno del que no estás seguro, ten claro que de eso se va a tratar la prueba
30. Todo aquello que no es una afirmación, debe considerarse una negación.
De afirmaciones como esta han salido diversas burlas a lo largo del globo. Una de las más famosas es una que toma la premisa de que "los gatos caen siempre de pie". Por lo tanto, si amarramos un pan con mantequilla a la espalda del gato, nadie sabe qué puede suceder (aunque hay una versión que afirma que el gato se come la mantequilla antes de caer).
La ley fue enunciada por Edward A. Murphy Jr., un ingeniero de desarrollo que trabajó por un breve período en experimentos con cohetes sobre rieles hechos por la Fuerza Aérea de los Estados Unidos en 1949. Las pruebas iníciales usaban un muñeco humanoide, atado a una silla en el trineo, pero las que siguieron fueron hechas con John Paul Stapp, capitán en ese entonces, reemplazando al muñeco. Murphy propuso utilizar medidores electrónicos de esfuerzo sujetos al arnés de Stapp para medir la fuerza ejercida sobre ellos por la rápida desaceleración, pero no ocurrió nada.
Se vio, entonces, que habían sido instalados incorrectamente, cada sensor cableado al revés. En este momento Murphy hizo su enunciado.

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