“Era una mujer gorda y suelta; por el escote de la blusa le salía la mitad de unos pechos blancos, usaba pulseras de colores en dos brazos y unas arrancadas de oro que se columpiaban de sus oídos rozándole las mejillas.
Le dije muy seria:
- Quiero sentir…
Se me quedó mirando, yo también la miré,
-Nadie viene aquí a eso - me dijo-. No sea que después tu madre me quiera echar pleito.
- ¿ Usted tampoco siente? - pregunté.
Por toda respuesta empezó a reírse. En un segundo se desamarró la falda, se quitó la blusa y quedó desnuda, porque no usaba calzones ni fondos ni sostenes.
- Mira niña. Aquí tenemos una cosita - dijo metiéndose la mano entre las piernas - Con esto se siente. Es el timbre y ha de tener otros muchos nombres. Cuando estés con alguien piensa que en ese lugar queda el centro de tu cuerpo, que ahí vienen todas las cosas buenas, piensa que por ahí sientes, piensas, oyes y miras; olvídate de que tienes cabeza y brazos. Tu ponte toda ahí. Vas a ver si no sientes.
Luego se vistió en otro segundo y me empujó a la puerta.
- Ya vete. No te cobro porque yo sólo cobro por decir mentiras y lo que te dije es la pura verdad, por ésta - y besó la cruz que hacía con dos dedos”.
(Arráncame la vida – Ángeles Mastretta)
Por si alguien tiene dudas de como “Sentir”, Ángeles Mastretta lo explica sutilmente en su libro “Arráncame la vida”. ¿Bonito verdad?
GRACIAS POR HACERME SENTIR
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