“Cuando estoy con ella, acumulo la energia necesaria para producir. Y es que ella es una especie de bateria existencial, capaz de encender el mundo de colores”
Asi hablaba el biologo Paul Kammerer de la artista Alma Mahler.
Desde siempre me fascinaron los grandes amores de la historia, esos que inspiraron a artistas y literatos, provocaron memorables poemas, o simplemente pasiones inigualables. Durante toda mi vida me pregunté como serian esas personas capaces de despertar en otro un sentimiento tan grande, como serian por dentro, cual el calibre de su alma o como la luz que desprenden sus ojos.
Con el tiempo voy dandome cuenta de que no existen personas “especiales” nacidas para ser amadas de esa forma tan brutal, sino que son los que aman los “elegidos”. Convencida de que el amor no esta en el otro sino en nosotros mismos, y haciendo referencia a la frase de Kammerer, me reafirmo en que la grandeza la posee la persona capaz de “encender el mundo de colores” solo por amor a otro.
Si nunca te sentistes amado asi, no sufras, el problema no fuistes tu… simplemente la otra persona no fue capaz de albergar un amor tan grande.
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