Ellos son los que seguirán llorando, cada día, tal vez en silencio, tal vez detrás de una sonrisa. Los que lloran por no haber estado, lloraran los primeros días y luego justo como en vida, nos olvidaran y seguirán sus vidas. Porque todos se van un día, todos los abrazos y las condolencias, las preguntas y las comidas calientes. Todos se van un día y esa es la crueldad de la muerte, esa es la crueldad de la vida
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