sábado, 28 de febrero de 2015

Una puerta

Quien te lastima una vez, te lastimara toda la vida.

Es como una puerta que queda abierta, entre mas veces te lastime, mas grande se ira haciendo. Llegará un momento en que será tan enorme que la puerta quedara pequeña, para el gran agujero que habrá, así que la puerta se caerá y no existirá nada para taparle el paso.

Dependiendo de quien sea el dueño de la puerta, serán tus posibilidades de huir, de alejarte de esa puerta y tal vez hasta tapiarla. Correrás con suerte y seguirás adelante; tal vez sanen tus heridas. Tal vez no queden cicatrices.

Pero habrá personas de las que jamás podrás huir, porque tienes síndrome de Estocolmo y estas tan apegada que no quieres irte. Porque las ocasiones en que te demuestran amor, son verdaderos regalos para ti. 

No te das cuenta que para ellos todos tus esfuerzos son miserias, no importa cuanto estés, cuanto apoyo des, no importa nada. Porque no significas nada.

Pobre idiota! Se te sigue olvidando. Aun eres la estupida hormiga que siempre has sido. Recuerdas? La hormiga contra el jaguar. Jamás dejarás de ser la hormiga que intenta e intenta pero que no significa mas que una mas. 

Tu esfuerzo y sacrificios jamás significarán nada. Deberías rendirte. Pero claro, sigues esperando una tierna mirada, una palabra de orgullo, alguna pizca de alegría. 

Claro, sigue olvidando, sigue tropezando, sigue llorando sola. Sigue siendo la estupida hormiga. Sigue añadiendo líneas a tu eterna lista. Nadie las verá como son, se trata de ti, a quien le importas? 


sábado, 14 de febrero de 2015

Uno si, otro no

Hay días en que los fantasmas de nuestros encuentros me aplastan, días en que quisiera volver a todo lo que me mantenía feliz por fuera pero llena de dudas por dentro 

Otra vez

Y aquí esta, otra vez...ese impulso de querer decir tu nombre; de gritarlo. Estas ansias de extrañarte, estos fantasmas que caminan a mi alrededor acariciando mis recuerdos, trayéndolos a flote.

Intento apagarlos con todas esas razones, todos esos momentos en que no veía por tantas lagrimas...se me estruja el corazón de recordar esos días, esas tardes, esas noches en que no hacía más que llorar por tu culpa. Pero aun con todo eso sigo pensando en ti, en que eres el amor de mi vida, ese que ocurre una vez y que se extraña para siempre.

Te extraño.

Extraño tu sonrisa, tu mirada, tus caricias, extraño sentirme protegida entre tus brazos...Dios! Como te extraño! Extraño poder correr a tus brazos, poder ser tu niña.

Sigo preguntándome si hice bien...al instante me respondo que si, porque quería irme tranquila y así fue...supongo que por eso estoy así.

Me fui de tu vida, queriéndote en la mía. De forma diferente a los últimos años...pero queriéndote aun en ella. Ahora que no estas aquí, te extraño.

Deberías saber todas las veces que he reprimido el impulso de hablarte, han sido tantas. Pero no quisiera hacerte daño, quiero esperar a que estés listo y me des una señal. El problema es que tu y yo sabemos que tu, no sabes dar el primer paso. También supongo que respetas mi decisión, me extrañaras también? 

Te extraño tanto. Y si...te hablara? Me contestarías? Me tratarías bien? O cumplirías tus palabras...y ya no soy nadie en tu vida.

Siempre serás el amor de mi vida, aun eres la única persona que aparece en mi mente cuando veo algo romántico, algo intenso, aun eres mi único pensamiento cuando hablan de amor...

Te extraño tanto, pero es que me hiciste daño, todas esas veces que me veías llorar sin razón...todas esas veces que te veía fijamente...decía en voz baja que ya no quería estar contigo; pero luche tanto por no hacerme caso...

Te extraño tanto, pero...no se qué pasaría si...le hiciera caso a mi impulso de buscarte...tengo miedo; es que aun me importas tanto, que prefiero, seguir extrañándote antes que lastimarte una vez mas. 

miércoles, 11 de febrero de 2015

No podemos quedarnos con una persona sólo porque lo amamos.

El ciclo de ser herida por alguien y luego perdonar se repite hasta que ya no tienes más energía. 
Hay lecciones que todos quisiéramos nunca tener que aprender y una de ellas es que, a veces, podemos enamorarnos de alguien que no nos hace bien, alguien que no debería estar en nuestras vidas.
Cuando amamos a alguien, no queremos ver sus defectos. Una vez amé a aun chico que me hacía llorar más de lo que me hacía reír. Nunca estábamos de acuerdo, pero nos queríamos. Pero a pesar de que lo amaba con cada fibra de mi ser, no pudo ser.

¿Valen la pena todos los malos momentos?
Los días que todos tenemos para vivir, amar y hacer que nuestros sueños se vuelvan realidad terminarán algún día. No son infinitos. No debemos malgastar el tiempo llorando pasándolo mal. La vida no está para eso.
Lo último que quieres es despertarte en 5, 10 o 20 años y darte cuenta que ya no puedes seguir así, que ya no soportarás otro mal día. Podrías haber pasado esos años siendo feliz, persiguiendo tus sueños, teniendo una carrera exitosa o amando a alguien que te hubiese amado sin herirte.

El amor es algo hermoso y poderoso, pero amar a alguien no cambiará el hecho de que él o ella sean un componente tóxico de tu vida.
Siempre existirá el miedo de que este sea el amor de nuestra vida, que nunca más encontraremos algo o alguien que nos haga sentir de la misma forma. Pero debemos ser lo suficientemente fuertes, como para saber que estaremos bien, que no podemos quedarnos con una persona sólo porque lo amamos.
Estar enamorado no es suficiente para que una relación funcione o dure: se necesita mucho más. Se necesita confianza y comunicación y empatía. Se necesitan dos personas que estén dispuestas a dar más de lo que reciben todos los días.

Visto en Elite Daily 

Recuerdo que hace años; cuando platicaba con mi amiga Gaby sobre su novio, le decía que pusiera en una balanza si los momentos malos opacaban a los buenos, cuando hiciera eso y su primer pensamiento le respondiera sabría que hacer.

Cuando le daba esos consejos, yo me hacia la misma pregunta; en ese entonces me venian a la mente tantos recuerdos que mi respuesta era si. Aun ahora no me arrepiento, pero si creo que debi hacer caso a mi propio consejo cuando la respuesta fue diferente.

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